Un gozo nuevo y maravilloso me espera.
Dejar ir
No mantengo expectativas negativas, ya que ellas me impiden apreciar la bondad de Dios que está presente y disponible en todo momento. Cuando espero lo mejor, hago un espacio para ello en mi vida. Esta comprensión me prepara para dejar ir cualquier negatividad que pueda interponerse entre la vida completa que deseo y yo.
Al orar, entrego toda preocupación a Dios. En la quietud, recibo nuevos discernimientos y mayor comprensión. Permito que este progreso continúe, sin regresar a la duda o la negatividad. Dejo ir y confío en que Dios me guía. Continúo hacia adelante y tengo presente que maravillosas nuevas alegrías y bendiciones me aguardan.
“Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia.”—Proverbio 3:5
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