Vivo en el fluir divino de amor y vida.
En el fluir
Hoy reclamo mi derecho divino de nacimiento. Soy una creación de Dios, inmersa en la energía de la luz, el amor y el gozo. Sin importar las apariencias externas, sé que todas las cosas trabajan juntas para mi mayor bien. Tengo fe en que el amor divino me apoya y sostiene en todas las circunstancias. Al descansar y aceptar mis bendiciones, avanzo libremente hacia un bien todavía mayor.
Tengo fe en el gran amor de Dios por mí. Con profundo agradecimiento, me doy cuenta de que el amor de Dios es incondicional, para ser dado y experimentado libremente. El amor llena toda área de mi vida. ¡Qué gozo es vivir en el fluir divino de vida y amor!
“Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva.”—Juan 7:37, 38
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