Asi, como Isidre, de pronto, abrimos nuestros ojos y violentamente nos encontramos con grandes limitantes que nosotros mismos provocamos y parecen gritarnos: No podrás continuar!..
…Un pecado..da como resultado la perdida de tu lugar en el Ministerio…
Una mala reacción con un ser querido… da como resultado una relación rota!
Una mala gestión en tu trabajo…da como resultado la pérdida de tu fuente laboral! etc, etc, etc.
Podríamos hacer una lista interminable de malas maniobras que desembocan en enormes impedimentos.
Cuando la prensa entrevistó a Esteve, el dijo que se planteó una meta modesta para su primer carrera de regreso a las pistas, aunque no por ello menos complicada: “Poder terminar la carrera”!
Steve pudo quedarse en casa lamentando su “mala maniobra”…
Pudo convertirse en un hombre amargo y frustrado…pero el tomó actitud de ganador.
Podemos también, después de sufrir las consecuencias de malas acciones o malas decisiones, encerrarnos a llorar nuestro fracaso, o bien, prepararnos para la próxima carrera…
Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante…
Te invito…prepárate para la próxima carrera…esto aún no ha terminado!
Autora: Janette de Contreras
Dios les bendiga