Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

LilianaLoisDiseños
¡ Feliz Cumpleaños SHELESHELE !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 ♥♥♥♥♥Paneles♥♥♥♥♥ 
 Reflexiones 
 Poemas 
 Cocina 
 Secretos de la abuela 
 Presentaciones power point PPS 
 Rincon de los fondos 
 ♥♥♥PaintShopPro♥♥♥♥ 
 Tutoriales 
 Tutoriales Alma 
 Tutoriales Liliana Lois 
 Retos Lilis 
 Panel de Firmas 
 Ofrecimiento de firmas 
 Retirar firmas 
 Regala Bases 
 Regala extras 
 Rincon de los Blogger Templates 
 Recursos paint shop pro 
 --------♥♥♥--♥--♥♥♥-------- 
 © Liliana Lois 
 LilianaLoisMembresias 
 Escribeme 
 Mi Web 
 Mi Blog 
 Mi Blog de Templates 
 Lililandia Lilis Fans Club 
 Condiciones de Uso 
 ----------♥♥♥♥♥♥♥----------- 
 Normas del Grupo 
 Suscribete a Anuncios 
 ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ 
 ♥♥ --El Atico-- ♥♥ 
 ♥♥ --Sorteos-- ♥♥ 
 
 
  Herramientas
 
General: .-.-.ME GUSTA CORRER RIESGOS.-.-.
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Ximena777  (Mensaje original) Enviado: 27/07/2009 17:16

 

Me gusta correr riesgos


Helena y su esposo Manuel comenzaron felices su luna de miel. Se fueron a la costa de su país, Portugal. Para Helena, todo era el cumplimiento de una ilusión, la feliz conclusión de todo lo que deseaba. En medio de tal felicidad, Helena y Manuel entraron al mar a bucear.

Helena vio pasar un buque, y nadó debajo del agua hasta casi rozar el casco. Manuel le indicó por señas que se apartara del buque, pero la frase de ella siempre había sido: «Me gusta correr riesgos.» Acto seguido, Helena se hundió bajo la quilla del barco y nunca la hallaron. Tenía veinticinco años de edad.


Su noviazgo con Manuel había sido a la carrera. Y su explicación simplemente era: «Me gusta correr riesgos.» Se casó a los dos meses de haber conocido a Manuel. Al defender su impetuosidad, sólo decía: «Me gusta correr riesgos.» Así llevaba Helena su vida. Todo para ella era riesgos. Tarde o temprano tenía que ocurrirle alguna tragedia.

Es inevitable correr riesgos en esta vida. Algunos hasta sirven para el desarrollo del carácter y de la fe. Nunca arriesgar nada es nunca lograr nada. Pero hay una gran diferencia entre un riesgo y otro. Hay riesgos sanos, así como los hay inútiles. La vida sabia y saludable no está compuesta de azares, de accidentes, de pálpitos y de riesgos. A la vida sabia la rigen la inteligencia, la cordura y la sensatez.

Al mundo mismo lo gobiernan leyes lógicas, sabias y prudentes. Dios, Creador supremo, lo hizo todo con inteligencia, y lo supeditó a ciertas leyes. Desde las partículas atómicas más diminutas hasta el gran cosmos universal que no tiene límite, todo está gobernado por leyes definidas.

De igual forma, Dios no diseñó la vida nuestra para que cada día corramos riesgos. Virtudes morales, como la justicia y la integridad, mezcladas con cualidades mentales, como el entendimiento y la razón, deben ser las que nos guíen a través de esta vida. Y si a la sabiduría y a la moralidad añadimos virtudes espirituales, eso garantiza nuestra supervivencia.

Tal vez la mayor de éstas sea la fe. Cuando ejercitamos la fe —fe en el Señor Jesucristo, fe que nos une a nuestro Creador y nos hace actuar de acuerdo con sus leyes divinas—, nos produce protección, satisfacción y sosiego. No vivamos como esclavos a los riesgos. Sometámonos más bien a la voluntad de Dios. Con Él no hay riesgos sino seguridad. Entreguémonos al señorío de Cristo.

Autor: Hermano Pablo

Bendiciones


 

 

 

 

 



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: BELINDA Enviado: 29/07/2009 00:06


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados