Asientos para los abuelos
Los sillones destinados a las personas mayores pretenden conseguir dos objetivos: facilitar las posturas estables y permitir que el abuelo se siente y se levante con facilidad. Para ello, lo ideal son asientos un poco más altos que los convencionales y no tienen que tener demasiada inclinación. Hay que disponer de un espacio suficiente para facilitar la acción de levantarse. Los apoyabrazos deben tener una altura y una longitud amplias, extendiéndose a todo lo largo del sillón. El respaldo deberá tener, como mínimo, la altura de los hombros.
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