Tiene el
andar cansado y a sus espaldas,
sesenta y tantos años de
esperanza.
Tiene una casa.
Verdugo de sus manos y sus
espaldas.
Cuando amanece el día camina y canta.
Buscando
de la tierra en las entrañas.
El pan caliente.
Milagro que
realiza cada mañana.
Es aprendiz de todo, maestro en
nada.
Es poeta a su modo, le gusta el alba.
Y entre sus
manos.
Florecen a escondidas alguna llagas.
Tiene cansado
el cuerpo, cansada el el alma.
Tiene un interrogante sobre su
cara.
Tiene un camino.
Le gusta ser amigo de sus
amigos.
Quiso cambiar su vida, dejar la aldea.
Más no pasó
de ser una quimera.
Una quimera que se quedó dormida,
entre
la tierra.
Tiene cansado el cuerpo, cansada el alma.
Luce
sobre su pecho camisa blanca.
Con su mirada..con su mirada..
Me dice, que la vida,
no vale nada..
José Luis
Perales