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General: Cuando era niño
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Resposta  Missatge 1 de 1 del tema 
De: el poeta rascaso  (Missatge original) Enviat: 16/08/2009 12:59

Gracias Kat:

 

     Norma. Es siempre bueno empaparme y llenarme de plumas (nah, nada de eso, je, je, je) pero sí, para salir volando como un “Phoenix” por mis hermosos cielos. Para poder adorar mejor todo eso que muchos no vemos, al contrario; destruimos, pero en mi caso, gracias al ocaso, y al bello rocío, que son amaneceres tan hermosos tanto desde la tierra como desde la mar y sí, los he visto desde el cielo cuando he llegado en la mañana o en las tardes cuando he regresado a mi querida islita en algún vuelo de alguna esquita de este mundo. ¡Y mira que he viajado!

 

     Yo los he visto (amaneceres) cuando salía a pescar, como pescador comercial, si que eran hermosos... Y he notado cuando se pone el lucero del día, antes de los primeros rayitos de luz, esos que empiezan a desvestir mi humilde patria, sus playas como las de Piñones con sus inmensos cocales, praderas y montañas hasta desvestir el hermoso Yunque. Y en sus campos. He visto como la simple “Jibarita” con el primer cantar del gallo, porque yo también trabajé en las talas de café en Canóvanas en un barrio de Cubuy al Oeste del Yunque. (Y sé lo que es levantarse uno tan temprano en la mañana para hacer sus tareas.) Si la he visto aun cansada, soñolienta y arropada salir de su morada a ordeñar su vaquita, prender el fogón con leña con los tizones que han quedado de la noche hasta verlos en braza. Y así el humo del guayabo se unen al del café… ¡Qué aroma! Era el de nuestro propio café el que salía de aquel bohío, sí, porque allí era donde se cocinada; en tres piedras, aunque había cocina de kerosina en aquellos días, no la usaban porque la comida sabía mucho mejor con sabor a leña. Era una hermosa finquita allí había de todo, nunca faltaba nada y siempre se hacían los trueques para complementar todo lo que faltaba, porque para ser pobre no se necesitaba tener dinero. ¡Ah pero que felicidad la que allí se respiraba, el tiempo nunca se perdía en discusiones tontas y si las había yo nunca las sentí, porque allí se vivía en armonía y bajo un respeto que hoy no se encuentra nada de eso, se hacia lo que mandaban a uno hacer y eso era ley y sin discusiones.  

     Yo sé lo que es humildad, respeto y dignidad, yo la he vista en aquella finquita, allí vivió una linda familia que solo se dedicó a trabajar sus tierras. Hasta que el tiempo los alcanzo y los doblegó, primero se fue el viejo, los hijos hicieron fiesta pero nunca plantaron nada, todavía queda la vieja, sigue fuerte pero en una cama destituida y como todo, a sus hijos le falta el tiempo para darle una miradita. Es como todo, sí, todo se olvida hasta aquellas lindas raíces, hoy la finca yace abandonada, nadie labra sus tierras, porque ya nadie quiere ser agricultor, es una pena, que en aquella linda mesa ya no se ponen las faenas que daban de comer hasta al que llegaba sin invitación, hasta sobraba la comida para darle sustento a los chanchos.

 

     Si, Norma, esas son las cositas que a uno les parte el alma, pero en mi viven aquellos lindos recuerdos de aquel niño, que vivía en la ciudad, pero pasaba sus veranos en los campos de Puerto Rico. Y sí que soy un “Jibarito” porque yo nací al lado de los rieles, producto de una comadrona y una madre terca como una mula por donde pasaba el tren de la caña y de titerito pude gozar de las terecinas que usábamos para darnos las vueltitas entre Canóvanas y Carolina por aquellos hermosos campos hoy llamados “Villa Carolina, hoy todo aquello se ha olvidado y yacen enterrados entre la brea y el concreto.

     Si que éramos muy traviesos, ni Daniel el travieso, no le envidiábamos nada. Sí el tren que repartía la caña entre La central Victoria de Carolina y la que había en el Indio en Canóvanas, el que pasaba por la barriada de Hoyo Mulas y Buena Vista. Esa es una pequeña anécdota de mi vida cuando niño. Por lo menos esta no morirá conmigo por que es bella, sí, así era Puerto Rico, pobre y simple pero con mucha dignidad y respeto, wow, aquellos si que eran unos hermosos tiempos.

 

El Poeta Rascaso

Playa de Fajardo

Puerto Rico

08-16-09



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