DEMONIO, LENGUA DE PLATA...
«Truman Capote»
Arcángel desterrado y refugiado en mi anhelo; cada vez que la albahaca se movía a mi vientre tu mano apuñalaba y en el raudo abanico de luces y luciérnagas o en la pared confusa, donde el enfebrecido pájaro de la noche se cernía, aparecías tú. Continua caracola prendida de mi oído; hasta cuando la hierba, de grillos relucientes salpicada, de pronto enloquecía podíase escuchar tu lengua colibrí. Y había que decidirse entre el blanco inocente del naranjo y tu oscura coraza. Duro, frío y deslumbrante estuche para tan dulce torso, terciopelo.
aNA rOSSETTI
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