Si crees que la sonrisa es más fuerte que las armas, si crees en el poder de unas manos tendidas,
si crees que lo que aúna a las personas
es más fuerte que lo que les separa,
si crees que ser diferente es una riqueza y no un peligro,
si sabes mirar a los otros con un poco de amor,
si prefieres la esperanza a la sospecha,
si estimas que debes de dar el primer paso para acercarte al otro,
si puedes alegrarte de la alegría de tu vecino,
si la mirada de un niño puede, todavía, desarmar tu corazón...
LA PAZ VENDRÁ.
Si la justicia que padecen los otros
te duele tanto como lo que tú sufres,
si sabes aceptar que el otro te haga un servicio,
si crees que el perdón va más allá que la venganza,
si sabes cantar la alegría de los demás y danzar su fiesta,
si puedes escuchar la desdicha que te hace perder tu tiempo
y permanecer con la sonrisa en los labios,
si sabes aceptar la critica sin defenderte,
si crees que los demás te pueden ayudar a cambiar,
si no te escandaliza el Evangelio,
LA PAZ VENDRÁ.
Si sabes escoger y aceptar un punto de vista distinto del tuyo,
si no descargas tus culpas sobre los demás,
si el otro es para ti ante todo un hermano,
si la cólera es para ti debilidad, y no prueba de fuerza,
si prefieres el ser herido antes que hacer daño a nadie,
si miras al pobre y al oprimido sin tenerte por un héroe,
si crees que el amor es la única fuerza,
si crees que la paz es posible,
LA PAZ VENDRÁ.
José Fdez. Moratiel, "La cosecha del silencio"