En el silencio siento pasar hora tras hora como un cortejo lento, acompasado y frío ¡Ah, cuando tú estás lejos de mi alma todo llora, y al rumor de tus pasos hasta en sueños sonrío!
Yo sé que volverás, que brillará otra aurora en mi horizonte grave como un sueño sombrío; revivirá en mis bosques tu gran risa sonora que los cruzaba alegre como el cristal de un río.
Un día, al encontrarnos tristes en el camino yo puse entre tus manos mi pálido destino. ¡Y nada más hermoso jamás han de ofrecerte!
Mi alma es, frente a tu alma, como el mar frente al cielo: pasarán entre ellas, cual la sombra de un vuelo, la Tormenta y el Tiempo y la Vida y la Muerte