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UN POEMA PARA TI
... al borde de la noche.
Con mis ojos casi cerrados,
y mis párpados ya dormidos,
con mi alma navegando
entre utopías y pasadizos,
esta elegía hoy orquesto,
este poema hoy escribo
por ti y para ti, amor mío.
Es por ti este himno,
para ti son estos versos.
Inspiras tú, mujer pura,
a moverse a mi pluma;
la mueves tú con tu mano,
con tu mano en la mía;
la mueves con tu mente,
con tu mente en la mía.
Amor, ¿cómo lo haces?
¿Cómo es que eres tú
tan cercana y tan distante?
¿Cómo es que todo tú,
en mi espíritu, invades?
¿Cómo es que te siento,
si el océano nos distancia?
Es que, ¡amor mío!,
cuando miro- y admiro-
tus ojos, un olimpo,
¡un edén se abre ante mí!
Explícame, yo te pido,
cómo tu mirada,
siempre humilde y tierna,
guarda tanta fuerza...
¿Cómo es que tu boca,
desnuda mis placeres?
¿Cómo puede tu nariz bella
perfilar con prepotencia
tu fisonomía celeste?
¡¿Cómo es que tu ser
tanto me provoca?!
Este poema que escribo,
es por ti, por lo que siento;
por esto que parece amor,
y sabe a gloria, ¡a gloria!;
esto que guarda recuerdos,
hermosos momentos,
tantas novelas, ¡historias!,
tantas bellas memorias...
¡Observo el cielo,
y allí, amor, estas tú,
sol fulminante;
la noche estrellada
yo contemplo,
y allí, amor, yaces tú!
¿Cómo lo haces?
¿Cómo puedo amarte tanto?
Esto que siento no es humano.
VAGABUNDO.
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