Paciente es aquel que afronta la aflicción con ánimo tranquilo. Ser paciente supone una batalla, porque la mayoría de las personas tenemos tendencia a ser impulsivos, a hacer algo.
La palabra paciente viene del latín pati, que significa “sufrir” y que también ha dado origen a pasión y a pasivo. Por eso el paciente es el que sufre.
Según Santa Teresa: “ Aquel que es paciente, lo obtiene todo”, queriendo decir que todo llega a tiempo y que hay que aprender a desear lo que se tiene.
Para esperar pacientemente una experiencia divina, hay que sentirse cómodos con la idea de que no podemos controlarlo todo y de que sólo la fuerza de la sabiduría divina puede arreglar las cosas de tal modo que ni siquiera nos hayamos atrevido a soñarlo.
Lo mejor de la paciencia es que cuando dejamos el control de la situación en manos de Dios, permitimos que el tiempo nos haga el favor.
¿Hay algo que te produzca impaciencia?
Si has intentado no controlarlo todo, pero sigues sufriendo, como indica la palabra paciente, ¿crees que has salido airoso de la prueba?
A veces intentamos ser pacientes, pero no podemos porque en realidad no lo somos, sólo lo intentamos y es que no prestamos atención a los mensajes que nos mandan los ángeles.
¿Qué te quiere decir tu impaciencia? ¿Hay algo que aún no has hecho?
Cuando hay que decidir el momento de ser paciente y el de pasar a la acción, no poseemos más herramientas que la sabiduría.
Meditación de los ángeles: Permito que los ángeles aporten sabiduría a mi paciencia, para saber cuándo tengo que actuar
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