Consejo de los ángeles:
Vivir en el temor del futuro nos roba la paz del presente

La imaginación humana es un activo impresionante,
puede crear obras de arte, inventar maravillas y abrir la puerta
a sueños que son capaces de cambiar el mundo.

Sin embargo, nuestras imaginaciones se disparan con tanta facilidad
que pueden llevarnos a la anticipación, es decir,
a preocuparnos antes de tiempo y crear un problema que no existe.

El noventa por ciento de las cosas que nos preocupan
son ni más ni menos que miedos sin materializar,
que probablemente nunca se materializarán.

Cuando tenemos miedo, lo mejor, según los ángeles,
es ponerle riendas a la imaginación,
detenernos y volver al momento que estamos viviendo,
cuando aún no ha pasado lo peor.

Sólo entonces podemos calmarnos y mirar el miedo
con mayor racionalidad, para darnos cuenta
de que no es otra cosa que la proyección
de nuestras propias inseguridades.

¿De qué tienes miedo?

¿Se ha materializado alguno de tus temores
o siguen siendo meras posibilidades?

Haz una lista de tus miedos y clasifícalos en
“puramente imaginarios”, “posibles”, y “realizados”.

¿Dónde hay más? Libérate de los temores puramente imaginarios.

Piensa en lo que puedes hacer para que no se cumplan
los posibles y pide a los ángeles que te ayuden a enfrentarte
a los que ya se han hecho realidad
y a salir bien parado de la situación.

Lo peor ya ha pasado; de aquí sólo puede mejorar.