Consejo de los Ángeles: “Hay un tiempo de llorar y un tiempo de reir” ECLESIASTÉS 3:4,l
El llanto surge de la necesidad de expresar una emoción. Las emociones se diluyen y los sentimientos son profundos como un pozo. Si estamos emocionados y necesitamos llorar, no podremos evitarlo, por muchas razones intelectuales que queramos darnos o que otras personas proyecten en nosotros.
Por otra parte, cuando reprimimos un llanto que debe fluir, crece el nivel del agua y puede romperse la presa que la contiene, por tanto, deja que tus emociones se diluyan en lágrimas, pero siempre que llores recuerda que los ángeles te observan y cuentan, una a una, las lágrimas que salen de tus hermosos ojos.
Deja que el llanto se exprese. Busca la intimidad y permítete llorar y gritar para que Dios te oiga. Lloramos porque las cosas no duran siempre, pero tampoco durará el llanto.
Deja que los ángeles proyecten su luz en tus lágrimas para que se produzca el arco iris en señal de esperanza y del sagrado acuerdo entre Dios y los seres humanos.
Meditación de los ángeles: Dejo que mis lágrimas corran libremente desde la profundidad de mis sentimientos
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