Cada cual elabora proyectos con unas intenciones muy determinadas, pero es imposible prever si, en definitiva, los acontecimientos irán bien o mal.
Proyectáis realizar un viaje, una asociación, cambiar de domicilio; aunque se os presenten bajo un aspecto favorable, en realidad hay algo que se os escapará siempre: las consecuencias lejanas de vuestra empresa.
O también queréis perjudicar a alguien a quien consideráis un competidor, un rival, un adversario, y lo conseguís; pero en realidad no podéis saber si le habéis perjudicado realmente.
¡Cuántas personas a quienes algunos quisieron perjudicar, terminaron, por un encadenamiento de circunstancias, encontrando, por el contrario, el éxito y la felicidad!
El bien y el mal… Siempre hay que esperar para pronunciarse: es el tiempo quien nos dice lo que en realidad son.
Sólo se puede comprender esta cuestión estudiando ejemplos en nuestra propia vida y en la historia de la humanidad."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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