"La vida se hace sorbo a sorbo, día a día, paso a paso.
La vida se hace saboreando a Dios, caminando con Él a lo largo y a lo ancho, mirándolo a través de Sus colores, oyéndolo a través de Sus sonidos, palpándole a la perfección y desentrañándole la luz.
La vida se hace sufriendo, pero sin apagar nunca la llamita de la fe. La vida se hace en el espacio cotidiano, en pequeños trozos de cada día, en ratitos que encendemos de pasión, en vuelos que emprendemos con la vida.
La vida se hace cuando das la mano y transmites una corriente, cuando das una sonrisa y cuelas la luz, cuando das un beso y cierras los ojos, cuando te das a ti mismo y parece que concentrarás el universo en tu corazón.
La vida se hace de regalos, sin seleccionar ni preguntar ni escoger.
Déjale a Dios el balance de lo que debes recibir, por que al fin de cuentas, la vida se hace con Dios a tu lado.
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