Consejo de los ángeles: Tenemos dos yoes: uno pequeño y otro grande
Todas las disciplinas espirituales se remiten a la lucha entre las fuerzas humanas y divinas que están en el núcleo de nuestra experiencia terrenal. Estamos formados por una entidad física y otra metafísica, que pueden provocar confusión e infelicidad hasta el momento en que aprendemos a equilibrar ambos aspectos de nuestro ser – en apariencia divergentes – y fundirlos en una asociación armoniosa.
Los ángeles nos avisan de que nuestra pequeña personalidad está actuando, cuando nos asaltan pensamientos negativos e impulsos poco honrados; y nos sugieren que entremos en el alma grande – la más elevada conciencia, que trasciende el insignificante plano humano – y tomemos a nuestra pequeña personalidad de la mano, la escuchemos, hablemos y guiemos hasta el grado más elevado de sabiduría y compasión. Al fin y al cabo, no somos sino un ser que espera consejo y amor.
La próxima vez que te encuentres atrapado por el miedo, la duda u otros sentimientos desagradables o improductivos, intenta hacer este ejercicio. Cierra los ojos, respira profundamente e imagínate abandonando tu cuerpo y elevándote sobre él. Cuando estés flotando, imagina que tu alma se expande hasta que ocupe la habitación, el cielo y el universo. Desde esa posición infinita observa lo que hace y lo que dice tu “pequeño”yo.
¿Cómo se miden desde la gran escala de la importancia cósmica los problemas y las inseguridades? Cuando estés preparado, regresa flotando lentamente hasta tu cuerpo. ¿Tienes ahora una nueva perspectiva del problema? Espera y verás cómo las soluciones se presentan de represente por sí solas.
Meditación de los ángeles: Sé que dentro de mi yo grande se encuentran las respuestas a todos los problemas que crea mi pequeño yo.
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