Consejo de los Ángeles: A menudo prestamos más atención al depósito del coche que al nuestro.
Cuando la vida empieza a traquetear y nos sentimos como si no nos quedara gasolina, es posible que haya llegado el momento de llenar el depósito espiritual.
Del mismo modo que un coche no puede andar sin gasolina, tampoco nosotros lo podemos hacer si carecemos del combustible necesario.
El alma funciona con muchas clases de combustible: el amor, la compasión, el gozo del trabajo o la fe son tan sólo algunas de las cosas que nos llevan de acá para allá en el largo camino de la vida. Y, como el coche, el alma no funciona bien con combustible barato.
Cuando la vida parece vacía de sentido, cuando confundimos el bienestar material con el espiritual o negamos nuestra propia naturaleza, el alma sufre. Los ángeles prefieren que alimentemos el alma sólo con el mejor combustible, ese que nos permite reafirmar la vida y realizar actividades que alimentan el espíritu tanto como el cuerpo.
Si tu entusiasmo está bajo o si no tienes ganas de hacer nada, comprueba el nivel de tu depósito espiritual.
¿Tienes sólo medio depósito lleno? ¿Está vacío?
¿Qué tipo de combustible le pones habitualmente?
Si es el más barato, es posible que tu alma no esté bien alimentada. Imagínate repostando en la gasolinera de los ángeles, llenando el depósito y haciendo rugir el motor con energías renovadas y con la sensación de tener un objetivo.
Meditación de los Ángeles: Cuidaré mi salud espiritual .
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