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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Bella Anima  (Mensaje original) Enviado: 25/06/2011 01:44
Enviado: 25/06/2011 01:42
 
transitorio nina
 
 

Hace mucho tiempo, en los días en que los animales y las
personas podían hablar entre sí y entenderse, un cazador salió
a cazar con su arco y sus flechas. A poco de andar, oyó un extraño
ruido y se detuvo a escuchar.  Y ahí estaba otra vez, ese leve
sonido, seco, como si alguien se rascara. El sonido provenía de un
agujero en el suelo. ¿Qué era lo que hacía ese ruido? Era una rata,
una ratita que se había caído en un hoyo y no podía salir.

- ¡Ayúdame! le suplicó al cazador- Por favor, bondadoso señor.
¡ayúdeme a salir de aquí!

El cazador inclinó su arco hasta el pozo. La rata subió por el arco y
así pudo salir del agujero.

- Gracias dijo la rata- Me hubiera muerto de hambre allí dentro.
Hombre bondadoso, si alguna vez puedo ayudarte, lo haré.

El cazador se rió

- ¿Qué? ¿Tú ayudarme a mi? ¿Una cosita tan pequeñita
como tu?

- Ya veremos dijo la ratita. Y con una inclinación de cabeza, se
escurrió por el camino.

El cazador siguió su camino también. Pero no había ido aún
muy lejos, cuando empezó a levantarse un fuerte viento y grandes
nubes de tormenta se entrechocaron en el cielo.

- Será mejor que me busque un refugio, se dijo el cazador.

Y corrió hasta una cueva para refugiarse y esperar hasta que la
lluvia parara. Una vez adentro, se acomodó para comer la vianda que
llevaba con él.  De pronto, una sombra oscureció la boca de la cueva:
era un enorme león que estaba entrando. El cazador trató de
manotear su arco, pero el león se interpuso. ¿Estaba atrapado!

- Ah... buen día, león dijo el cazador con amabilidad- ¿Ésta es
su cueva? No era mi intención quitársela. Yo sólo estaba
aguardando a que la lluvia parara. Así que ahora si se corre un
poquito, seguiré mi camino y ...

- ¡No!- rugió el león- ¡Quédate! Come tu comida. Y luego, te
comeré yo a ti.

El cazador pensó que ése iba a ser seguramente su fin, cuando de
pronto se escuchó una risa que resonó por toda la caverna.

- ¡Oh, si! dijo una profunda y terrible voz- El cazador comerá su
comida. El león comerá al cazador. Luego, yo me comeré al león.

- ¿Dónde estás tú? preguntó el león mirando para todos lados.

- Alrededor de ti, por todas partes

- Y ¿quién eres tú?

La poderosa risa resonó por toda la caverna

- Soy el terrible matador de leones- Apúrate león, así yo podré comerte
a ti.  El león dudó

- Yo ... yo creo que no tengo mucha hambre ahora- murmuró el león.
Y se puso de pié y corrió fuera de la cueva como un cachorro asustado,
hasta que se perdió de vista. El cazador recogió su arco.

- ¿Quién será el terrible matador? ¿Quién es lo suficientemente
valiente como para asustar a un espantoso león?- susurró el
cazador.

- Yo dijo la ratita, asomándose por entre unas rocas.

- Pero, tú eres tan sólo una ratita dijo el cazador- ¿quién tenía
esa voz terrible?

- Yo, -contesto la rata- Yo sé que soy demasiado pequeña para
luchar con un león. Pero, en cambio, los ecos maravillosos de esta
caverna hicieron que mi voz sonara terrible y poderosa.

El cazador rió

- Oh, mi inteligente amiga, perdóname por burlarme de ti. Puede que
tú seas pequeña, pero yo debería haberme dado cuenta de que la
inteligencia y la bondad no pueden medirse.
 

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