Consejo de los Ángeles: A la larga, nuestras preferencias pueden convertirse en lo contrario de lo que queríamos.
Todos los días tenemos multitud de preferencias y cuando no conseguimos lo que queremos nos decepcionamos. A menudo, nuestros caprichos chocan con la realidad y nos sentimos heridos por la imposibilidad de realizarlos. Pero si empezáramos cada día sin obligaciones, ni preferencias, ni ideas preconcebidas sobre lo que debiera ocurrir, entonces recibiríamos cada acontecimiento sabiendo que podemos enfrentarnos a él.
Cuando en la vida cotidiana sostenemos nuestras preferencias con moderación, dejamos la puerta abierta para los ángeles. De esa forma, les dejaremos más espacio para que nos traigan lo que es realmente bueno para nosotros y no sólo lo que preferimos.
Los ángeles se alegran cuando voluntariamente intentamos mantener a raya nuestros deseos, porque saben que seremos más felices y más libres. No es fácil renunciar a los caprichos, porque estamos acostumbrados a reflejar en todo nuestros prejuicios y a intentar que las cosas se correspondan con ellos.
Queremos que los que nos rodean estén tranquilos y seguros, pero es algo que está fuera de nuestro control. Pide a los ángeles que te ayuden a evitar el conflicto con la realidad y a fundirte con la magia del misterio.
Meditación de los Ángeles: Mi único capricho es aceptar las cosas como son.
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