Consejo de los Ángeles: “De vez en cuando, mediante una gracia que va más allá de la comprensión, escapamos de este círculo vicioso, alcanzamos otra dimensión de entendimiento y nos sentimos plenos con cada nueva realización”
Érase una vez una manada de delfines que nadaba feliz en la vastedad del océano, hasta que llegó un domador y dijo:
“Yo sé lo que es mejor para ellos. Tenemos que llevarlos al acuario y enseñarles a actuar”.
Ahora, los delfines viven en una pequeña piscina, que sería lo mismo que si un hombre viviera en una jaula de oro. Les pusieron nombres estúpidos y les enseñaron a hacer monerías a cambio de comida.
Los delfines que antes eran felices y libres se convirtieron en autómatas. Están cansados, enfermos y asustados.
Ahora, imagina un grupo de niños jugando a sus anchas en un prado. Muy pronto, profesores y padres empezarán a imponerles sus reglas y sustituirán su espontaneidad infantil por la presión de tener que complacer a los demás, obligándoles a formar parte de un teatro en el que nunca quisieron participar.
A partir de ese momento tienen miedo a vivir, son seres cansados y enfermos. Los ángeles valoran más la singularidad personal que el conformismo con las aburridas pautas del grupo. Están aquí para liberarnos del hastío de la uniformidad.
Los seres humanos son capaces de imponer reglas cuadriculadas incluso en su vida espiritual. El espíritu quiere que nos movamos y los ángeles quieren liberarnos. Si te sientes como un actor cansado, casi sin fuerza para continuar la actuación, significa que necesitas detenerte y buscar una nueva respuesta a la vida.
Pide a los ángeles que te ayuden y encontrarás una respuesta que es sólo tuya.
Meditación de los Ángeles: Alzaré la inquietud de mi espíritu más allá de la enfermiza uniformidad que se me impone.
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