Consejo de los Ángeles:
La recompensa de la presunción espiritual no es el
paraíso, sino una mala versión de la visión del túnel.
Los sabihondos espirituales son esas personas convencidas
de que ellas y sólo ellas en el mundo conocen todas las
respuestas a las preguntas espirituales. Son los que
reparten sus folletos por la calle para vender sus
soluciones a los demás.
La idea tiene éxito, porque la mayoría de los seres humanos
intentan evitar el dolor. El problema es que esta
dependencia nos convierte, a menudo, en adictos a un
conjunto de creencias cualquiera que, a nuestro
parecer, nos proporcionan todas las respuestas que
necesitamos.
Basarlo todo en un dogma nos incapacita para aceptar
la validez de otras creencias y otros procesos de
crecimiento, al tiempo que nos impide ver la
necesidad de analizarnos a nosotros mismos.
A los ángeles les disgusta la presuntuosidad
espiritual porque siempre supone adoptar un
sistema de creencias contra algún otro, de modo
que debe haber alguien que pierda. Prefieren que
respetemos la elección espiritual como un ámbito de
la providencia y que nuestra conducta se adapte
siempre al bien, dejando que Dios administre el
departamento de conversiones.
¿Qué reacción imaginas en Dios cuando alguien
tiene que perder para que nosotros ganemos
en el terreno espiritual? En realidad, los que
pretenden saberlo todo sólo ofrecen aspirinas espirituales.
¿Qué papel desempeña en tu vida tu actual sistema
de creencias?
¿Crees que has descubierto el verdadero camino que
te conducirá hasta Dios o te permites más alternativas?
¿Qué sientes cuando tratan de convertirte o otro sistema
de creencias espirituales?
Meditación de los Ángeles: En última instancia,
todos los caminos espirituales conducen a Dios