Tenemos dos opciones:
O nos posicionamos en la queja,
desde donde somos victimas
de factores externos,
donde el ambiente nos condiciona...
O nos posicionamos en el agradecimiento,
donde tomo las riendas de mi vida
y construyo
con lo que se me presenta en el camino.
Y desde el agradecimiento,
por todo,
por lo bueno,
por lo que no parece bueno,
veo lo lindo, lo noble.
Y agradezco.
Porque ahí me posiciono.
De mi depende.
Quejarme de la vida,
o agradecer la vida.
|