"El mago es el maestro de la alquimia. La alquimia es la transformación.
La búsqueda de la perfección se inicia a través de la alquimia.
Somos el mundo. Cuando nos transformamos, el mundo en el cual vivimos también se transformará. Las metas de la búsqueda - heroísmo, esperanza gracia y amor - son el legado de lo eterno."
Para reclutar la ayuda de un mago, debemos ser fuertes en la verdad, no obstinados en nuestros juicios.
La alquimia es el arte de la transformación.
Según las enseñanzas de los magos, los secretos de la alquimia existen para hacer pasar a los mortales de un estado de sufrimiento e ignorancia a un estado de iluminación y dicha.
Merlín dijo una vez:
"La alquimia opera en todo momento, es imposible impedir las transformaciones que se presentan en todos los niveles de la vida. Es tu transformación lo que me interesa.
Comparada con eso la transformación de un metal inferior en oro es una minucia.
La alquimia es una búsqueda y esa búsqueda tiene siempre un mismo propósito: hallar la perfección".
De la misma manera como el oro es el más perfecto de los metales porque no se corrompe, la perfección en el ser humano significa liberarse del dolor, sufrimiento, la duda y el temor.
"Pero ¿Qué pasa si los seres humanos no logramos llegar a la perfección?
¿Qué tal si en realidad somos tan débiles e imperfectos como parecemos?", preguntó Arturo...
"El secreto no está en cómo buscar", contestó Merlín, "sino en hasta dónde buscar".
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