Para ti que me regalaste la vida hoy te regalo tan sólo palabras esas que me enseñaste y que enraizaste en mi alma
Tú, mi rosa violeta que nunca me juzgaste hoy tengo la necesidad de hablarte
decirte que
eres exquisita, como la leche con la que me criaste y los vestidos que me bordaste
eres valiosa, no por poseer títulos académicos si no por sacrificar tus sueños para realizar yo los míos eres dulce, como los cuentos de la vida que tantas veces me narraste
eres sabia, por todos tus consejos y valores profundos
eres interesante, por ser esa mujer firme de carácter
eres esa mujer que me preparaba el alimento sin dejar de alimentar nunca mi alma eres esa mujer que siempre vieron nuestros ojos; los de mi padre, tu marido; los de mi hermana, tu hija; y los míos; la niña de tus ojos que desde pequeña veía en su madre el poder de la mujer: luchadora, comprensiva, tierna,... Esa, de tantas sonrisas y sin una lágrima. Aquella que nunca reprochaba y que tanto nos daba...
Decir que te quiero es algo impreciso escaso sin más Mi rosa violeta, tú, lo eres todo para mí
Para ti que me regalaste la vida
hoy te regalo tan sólo palabras
esas que me enseñaste y
que enraizaste en mi alma
Tú, mi rosa violeta
que nunca me juzgaste
hoy tengo la necesidad de hablarte
decirte que
eres exquisita, como la leche con la que me criaste
y los vestidos que me bordaste
eres valiosa, no por poseer títulos académicos
si no por sacrificar tus sueños
para realizar yo los míos
eres dulce, como los cuentos de la vida
que tantas veces me narraste
eres sabia,
por todos tus consejos
y valores profundos
eres interesante, por ser esa mujer firme de carácter
eres esa mujer que me preparaba
el alimento sin dejar
de alimentar nunca mi alma
eres esa mujer que siempre vieron nuestros ojos;
los de mi padre, tu marido; los de mi hermana, tu hija;
y los míos; la niña de tus ojos que desde pequeña
veía en su madre el poder de la mujer: luchadora,
comprensiva, tierna,... Esa, de tantas sonrisas y sin una
lágrima. Aquella que nunca reprochaba y que tanto
nos daba...
Decir que te quiero es algo impreciso
escaso sin más
Mi rosa violeta, tú, lo eres todo para mí
Para ti que me regalaste la vida hoy te regalo tan sólo palabras esas que me enseñaste y que enraizaste en mi alma
Tú, mi rosa violeta que nunca me juzgaste hoy tengo la necesidad de hablarte
decirte que
eres exquisita, como la leche con la que me criaste y los vestidos que me bordaste
eres valiosa, no por poseer títulos académicos si no por sacrificar tus sueños para realizar yo los míos eres dulce, como los cuentos de la vida que tantas veces me narraste
eres sabia, por todos tus consejos y valores profundos
eres interesante, por ser esa mujer firme de carácter
eres esa mujer que me preparaba el alimento sin dejar de alimentar nunca mi alma eres esa mujer que siempre vieron nuestros ojos; los de mi padre, tu marido; los de mi hermana, tu hija; y los míos; la niña de tus ojos que desde pequeña veía en su madre el poder de la mujer: luchadora, comprensiva, tierna,... Esa, de tantas sonrisas y sin una lágrima. Aquella que nunca reprochaba y que tanto nos daba...
Decir que te quiero es algo impreciso escaso sin más Mi rosa violeta, tú, lo eres todo para mí