PROVERBIOS Y CANTARES - XXI
Ayer soñé que veía a Dios y que a Dios hablaba; y soñé que Dios me oía... Después soñé que soñaba.
Anoche soñé que oía a Dios, gritándome: ¡Alerta! Luego era Dios quien dormía, y yo gritaba: ¡Despierta!
Bueno es saber que los vasos nos sirven para beber; lo malo es que no sabemos para qué sirve la sed.
Antonio Machado
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