San Viernes divino, San Viernes amado,
cuida mi intestino el grueso y delgado.
Protege mi páncreas beba lo que beba,
que no sea la de esta noche mi última peda.
Mi hígado encomiendo a tu Santa mano,
que lo que estoy bebiendo lo orine sin daño.
Permite que no se nuble mi vista,
y que al caminar no me caiga en la pista.
Que al pagar la cuenta cuides mucho mi dinero,
por que tengo unos amigos que no dan ni pal mesero.
Y al salir del bar no me desampares,
por que si manejo me parto la madre.
Permíteme ver la luz al otro día,
pero que no sea tirado en la esquina.
Líbrame del vomito diarrea y jaqueca,
quítame la agrura y la boca reseca.
Dame el poder de hablarle a una nena,
solo te pido que no sea tan fea.
Permíteme concentrar mi ruta y camino,
porque luego no recuerdo ni donde me orino.
San viernes bendito te invoco a mi lado,
para poder llegar a la peda del sábado.
Que así sea.