POR EL APELLIDO.
ESTO SUCEDIO EN GERONA.
Un hombre le hace una encuesta a una señora: ¿Cuántos hijos tiene? Tengo 10, contesta la señora. ¿Cómo se llaman? Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, y Bernardo. ¿Todos se llaman Bernardo?, pregunta el hombre asombrado. Sí. ¿Y qué hace cuando están jugando en el patio y quiere que entren a la casa? Grito: ¡Bernardo!, y todos entran. ¿Y cuando tienen que comer? Digo: ¡Bernardo! y todos vienen a la mesa. ¿Y cuando quiere hablar con uno en particular? ¡Ah, eso es diferente! ¡Lo llamo por su apellido!
|