SEÑOR, POR MI AMIGO ENFERMO
Señor de la honda compañía confiado estoy de tu presencia a la hora de guardar el alma y entregar el sueño en tus manos El día ya termina repaso las palabras y los gestos mis olvidos y proyectos.
En tus manos se deshacen mis angustias, todo concurre hacia tí.
Ahora, Dios mío, ahora que se me ocurre, o mejor, que algo me mueve a reconocerte en esta mi alma dispersa; Ahora mi Dios te pido, tu inefable corazón de Niño para no olvidarme de mis amigos y siempre tenerlos en mis oraciones especialmente, por aquello que enfermos envueltos en en el dolor están sufriendo en perspectiva la presencia de la muerte.
Dios mío, la fe que tú sembraste en mi corazón lo grita desde dentro. ¿Cómo no escucharlo?
¡Clama desde tu espacio, que con gusto oiré a los que piden por la salud de sus amigos! ¿Qué acaso no son también los míos?
Por eso te pido mi Dios, que sanes a mis amigo.
Enrique Dintrans Alarcón
Tú puedes amigo!!
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