Aquella pareja llevaba casada 60 años.Los dos tenían 85.
Se conservaban muy bien gracias al interés y cuidado de
la esposa en materia de alimentación sana y ejercicios diario.
A pesar de tanto sacrificio en las dietas para gozar de buena
salud, tuvieron un accidente y fueron derechos al cielo.
En la
puerta les esperaba san Pedro, que les recibió muy bien.Vieron
una hermosa mansión con todas las comodidades y un magnifico
campo de golf afuera.Les llamaron especial atención la cocina y
la despensa, en las que había de todo: mariscos, caza, variedad
de carnes, postres y dulces exóticos.
"Este es vuestro nuevo hogar. Vuestro premio en el cielo. A disfrutar",
dijo san Pedro.
"Pero¿dónde estan los alimentos bajos en calorías y grasas, los
descafeinados y los edulcorantes sin azucar?"
"En el cielo se puede comer todo lo que se quiera sin engordar o enfermar.
Y¡sin necesidad de hacer ejercicio!" dijo san Pedro.
"¿Y los analisis de sangre y las tomas de tensión arterial?"
"No es necesario. Estamos en el cielo",sonríe san Pedro.
Entonces el marido echa una mirada asesina a su señora:
"¡Tú, tu régimen y tu vida sana! ¡Podíamos haber estado ya
aquí hace diez años!.
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