Invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios (Benjamín Franklin, 1.706-1.790. Estadista y científico estadounidense).
Reflexión:
Los mejores beneficios que puede adquirir una persona, no son materiales, sino espirituales y por tanto, eternos. Para conseguir estos beneficios, es necesario invertir en la adquisición de ciertos conocimientos que están relacionados con la persona en sí, es decir, con el propio conocimiento de su ser, lo cual, le aportará unos valores morales y espirituales que resultarán ser de un valor incalculable a la hora de afrontar cualquier situación en la vida, sobretodo para desenvolverse en una sociedad donde la degeneración y los problemas están presentes en la mayoría de los hogares; problemas laborales, enfermedades, pobreza, violencia, etc.