Resbala por la piel llena y madura sin arrugarla, la sonrisa fina y modela su voz blanda y segura el suave gesto con que se combina.
Sólo al color y la exterior fragancia su carácter acuerda su constancia y su lenguaje semejanza pide;
como a su cuerpo no dibuja y cuida sino la música feliz que mide el dulce movimiento de su vida.
Jorge Cuesta
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