El
amor inteligente
1. -Dar y recibir amor. El amor es
entregarse al otro, buscando lo
mejor para él.
El amor inteligente alberga tres
ingredientes simultáneos: una buena
relación sexual, que se irá
consiguiendo con el tiempo, la
compenetración psicológica, que
implica aunar corazón y cabeza,
sentimientos y razones y la
espiritual, es decir aspirar a
elevarse y superar los vaivenes
propios de la vida.
2. -Lo importante es lo pequeño. El
mejor amor se echa a perder si no se
cuida a base de pequeños detalles
que hacen agradable la convivencia.
Como una planta a la que hay que
cuidar y mimar. Es un intercambio de
conductas positivas y gratificantes
que parecen no tener importancia.
Por ejemplo, esperar la llegada del
otro, sorprenderle con algo
agradable, ir al cine, una cena
romántica, un vestido especial...
Mantener el amor joven es mantener
siempre la capacidad de sorprender
al otro en cosas menudas,
insignificantes, pero que convierten
al otro en ese ser único y especial.
3. -NO ser excesivamente
susceptible. Ser hipersensible es
nocivo pues puede llegar a convertir
la convivencia en algo insoportable.
Es menester aprender a "llevar al
otro" restando importancia a esas
inevitables dificultades de la vida
en pareja.
Hay que olvidar las pequeñas
tensiones que inevitablemente
conllevan cualquier convivencia,
superándolo mirando la parte
positiva de los problemas y
suavizando siempre la situación.
4. -Evitar discusiones innecesarias.
Aprender el arte de aceptar
distintos criterios.
Aquí se mezclan con arte y oficio,
el saber ceder, el saber encajar y
la capacidad para zanjar un tema sin
volver obsesivamente sobre él.
Esto evitara esas discusiones que no
conducen más que a alimentar la
lista de agravios y no conducen a
nada.
5. -Tener capacidad de reacción. Hay
que evitar que las tensiones y
problemas impidan el diálogo durante
horas o días, gestos negativos,
lenguaje crítico hacia el otro...
Hay que saber pedir perdón,
aproximarse al otro e impedir que
ninguno se sienta demasiado
derrotado. Una pareja bien avenida
se crece en las dificultades y tiene
recursos para superar y sortear los
escollos de la vida.
6. -Adquirir habilidades para la
comunicación. Muchos problemas en la
pareja de deben a errores en la
comunicación.
Hay que aprender a respetar al otro,
mostrándolo con palabras, gestos y
acciones, saber ponerse en el lugar
del otro, cuidar el lenguaje verbal,
saber expresar lo que realmente
queremos decir.
Asimismo, también se ha de tener en
cuenta la comunicación no verbal, la
mirada, la cara, los gestos, todo
ello influye y mucho en nuestra
relación con la pareja.
7. -Procurar que no salga la lista
de agravios. Aquí la palabra es
plata y el silencio es oro. Aprender
a callar es el mejor argumento para
evitar agravios y recriminaciones
que solo conseguirían envenenar a la
relación.
8. -Tener el don de la oportunidad.
Para plantear cualquier cuestión
conflictiva o ante una decisión
importante, se ha de evitar hacerlo
en los momentos de cansancio o
tensión.
9. -Intercambiar recompensas. Ello
requiere compenetración y estar
atento a las necesidades del otro.
Estas cosas son las que rompen la
monotonía y dan salsa a la relación.
10. -Cuidar la sexualidad. La
sexualidad inteligente ensambla el
contacto corporal con la ternura y
las dos partes de la pareja han de
estar atentas a las necesidades
mutuas.
La sexualidad desconectada de
los sentimientos rebaja y envilece a
la pareja.
Por último e importante no olvidar,
que para estar bien con alguien, hay
que estar bien primero con uno
mismo; haber conseguido un cierto
equilibrio personal y estar
relativamente contento con la propia
forma de ser.
Y tener presente que solo quien es
libre es capaz de comprometerse.
|