¿USTED NIEGA SUS EMOCIONES?
Una de las consultas más frecuentes que tienen los psicoterapeutas es un fenómeno nuevo llamado vulgarmente entumecimiento emocional.
Una especie de anestesia de las emociones hace que las personas se vean distantes, indiferentes a los ojos de los demás, quienes luego de tratar de comprenderlas, finalmente terminan enojándose con ellas.
Este síndrome se llama alexitimia. Quienes la sufren no pueden identificar las sensaciones mentales o corporales que sienten.
Se inicia generalmente debido a un momento desagradable, algo que shockea tanto a una persona que la hace anestesiarse al dolor. Pero como éste y el placer usan caminos muy parecidos para llegar a la mente -las relaciones amorosas, el trabajo, el dinero-, poco a poco la conducta se va fijando para rechazar toda emoción, y entonces cuando se les pregunta cómo se sienten ante, por ejemplo, la pérdida de su trabajo, no dicen "me siento mal", sino "me siento raro".
Este problema es más común en los hombres que en las mujeres, pero ellas son casi siempre quienes lo notan y dan la alarma de que algo pasa con sus maridos. Sobre todo, debido a la gran necesidad que tienen las mujeres de sentir la conexión emocional en sus vínculos, verbalizada y demostrada.
La negación es un técnica de supervivencia ya que en algunas situaciones extremas nos hace falta para poder soportar el golpe. Pero sí se hace carne es terreno de psicoterapia.
Negar las emociones, o no sentir, o sentir que no podemos sentir aunque suene extraño.
Nos sucede que después de una situación que nos desborda solemos quedarnos como congelados, paralizados.
La negación nos permite sobrevivir, ya que de otra manera no podríamos soportar el dolor.
Sucede después de una perdida, de un divorcio, de un despido, y de otras situaciones que no imaginamos que tendríamos que vivir. Es como una anestesia total, que nos recorre de punta a punta y que nos deja adormecidos e insensibles al dolor.
Poco a poco vamos recuperándonos. El tiempo, la familia, los amigos, los proyectos, el recuperar la confianza, el trabajar sobre cómo superar lo ocurrido para poder estar bien nuevamente son parte de la ayuda necesaria para volver a dar paso a las emociones y salir de esa parálisis.
Debemos estar atentos, y si notamos que no podemos, que esa negación se hizo carne busquemos a quien pueda ayudarnos a despertar.
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