¡Otra vez la Navidad!
Ya pusieron los foquitos.
Ya los árboles de esferas
o de tantas garambainas
nos deleitan sin final.
Ya se llenan los negocios
de regalos y juguetes.
Ya las calles nos recuerdan
que llegó la Navidad.
Hay posadas y hay cenas,
hay festejos por doquier.
Todos corren presurosos
a comprar para tener.
A tener lo que nos vendan,
a tener la novedad,
a tener por apariencia,
a tener sin más ni más.
Hace un año fue lo mismo
y pasó la Navidad.
Y seguimos presurosos
y volvimos a olvidar.
Olvidamos a ese Niño
que dejando su morada
vino a vernos deambular,
vino presto a convidarnos
a una vida sin igual.
A vivir por lo que cuenta.
A existir en plenitud.
A irradiar a nuestro paso
el poder de la bondad.
Hoy el niño Dios ha vuelto.
Quiere darnos de su amor.
Quiere un puesto en nuestra vida,
y lo implora con pasión.
No distraigas tu mirada
no te quedes en comprar
oye a Dios que hoy te interpela
y te invita a mejorar.