Detente tiempo implacable, que no mereces mi estima, mis deseos y mi vida dependen de tus horarios.
¡¡Detente!! camina lento, que me queda poco tiempo, y quiero terminar todo antes que venga mas viento.
Y vuelen las mil gaviotas, a horizontes muy lejanos, con mis sueños en sus alas, dejándome consumida, en la tristeza sin nombre de ésta, mi prestada vida
Reloj no marques las horas, olvídate del minuto, solo marca los segundos lentos, suaves y seguidos, dame el tiempo que necesito, para poderlo encontrar y después de amar y amar, descansar en lo infinito.
Sólo eso te suplico como un deseo ferviente, que me des el aliciente de poder de nuevo amar, y luego podré descansar complacida eternamente.