Es importante mantener siempre la tierra revuelta, la ola con espuma y la emoción con movimiento. El Universo entero se mueve: no podemos quedarnos parados.
El joven contemplaba el océano en la cubierta de un navío carguero cuando una ola inesperada lo tiró al mar. Después de mucho esfuerzo, un marinero consiguió rescatarlo. - Le estoy muy agradecido por haberme salvado la vida -dijo el joven-. - De nada -respondió el marinero-. Pero procure vivirla como algo que valió la pena salvar.