SOBRE LA HUMILDAD
Sobre su escritorio, el Dr. Bob tenía una placa definiendo la humildad: Es la perpetua tranquilidad del corazón. Es no tener problemas. Es nunca estar enojado o apesadumbrado, irritable o dolorido. Es no extrañarme de nada de lo que me hacen, sentir que nada se hace en contra mía. Es estar tranquilo cuando nadie me alaba y cuando soy culpado o despreciado. Es tener un bendito lugar en mí mismo en donde yo puedo entrar, cerrar la puerta, arrodillarme ante Él en secreto y estar en paz, como en un profundo mar de tranquilidad, cuando todo lo que hay a mi alrededor y cerca de mí aparente ser un problema.
-El Dr. Bob y los buenos veteranos, pág. 236-
|