Como regalo en tu día
quise escribirte unos versos
contar de tu amor inmenso
que me acompaña en la vida,
que a pesar de tu partida
cierro los ojos, te veo...
hogar de un tiempo pueblero
feliz infancia vivida.
Hermanos, juegos y risas
la humilde casa llenaban
y aunque los lujos faltaban
nunca nos faltó tu amor,
Papá, trabajo y tesón
respeto con sentimientos
nos marcaron por adentro
y son nuestro orgullo hoy.
Mamá... mi querida vieja
aunque feliz son mis días
me haces falta en la vida
ya habrá de juntarnos Dios,
hoy dame tu bendición
y en tu regazo abrázame
¡siempre! y en tu día, Madre
estás en mi corazón.
Con nombrarte ya mi alma
se estremece por adentro
al recordar los momentos
que he vivido junto a vos,
humildad, bondad, perdón
la herencia que me dejaste
y a mis hijos he de darles
tus nietos, mi adoración.
Me diste todo... Tu vida
entre caricias y ejemplos
mil perdones y algún reto,
y hoy darte un regalo quiero,
mi vida darte... No puedo
tan sólo este amor de hijo,
estos versos mal escritos
y dos palabras: ¡Te quiero!