A VECES NO ES SUFICIENTE SENTIR DEMASIADO AMOR
No es suficiente sentir demasiado amor, cuando quizás no es
correspondido y al entregarlo por entero al ser amado, queda el vacío
y el dolor de contemplar el corazón herido y agotado…
No es suficiente sentir demasiado amor, porque aunque se experimenta
que es un sentimiento muy fuerte y se guarda la ilusión de haberlo
conservado; queda muchas veces la decepción al abrir los ojos a la
realidad y darse cuenta que la flor se ha marchitado, ya no hay
nada, todo ha terminado…
No es suficiente sentir demasiado amor, porque hay amores que aunque
le dan sentido al existir, causan daño y arrebatan las ganas e
ilusión de vivir; son amores que matan y quebrantan el alma, cuando
alguien se enamora de la persona equivocada y se le abren las puertas
a quien sin pensarlo, entra, se instala y luego se marcha sin dejar
nada…
No es suficiente sentir demasiado amor, porque ni que estalle de amor
el corazón, se puede dar riendas sueltas a un sentimiento que termina
ocasionando estragos en el interior… tal vez porque es imposible de
realizar, o porque tuvo su tiempo de vigencia y debe acabar; puede
ser también porque suele suceder que existan muchos más obstáculos
que la posibilidad de hacer realidad ese amor tan grande que se ha de
experimentar.
No es suficiente sentir demasiado amor, cuando no se ve ni se valora
todo aquello que nos invade el alma sin saberlo controlar; se escapa
en nuestras miradas, en lo que decimos o callamos, aún cuando al
pensar en ello reímos o lloramos para hacerlo realidad, pero aunque
nos haga reír o llorar, nos cause alegría o dolor, experimentar tanto
amor nos hace latir a otro ritmo el corazón; ver las cosas de otro
color, sentir que vivimos, porque es para amar y ser amado que hemos
nacido.
No es suficiente sentir demasiado amor, para atrevernos a pedir u
ofrecer perdón, sobre todo cuando nos han causado demasiado dolor; y
cuesta tanto darse otra oportunidad, intentar salvar, sanar o
reparar, aquello que alguna vez fue nuestra mayor ilusión y era de
nuestra vivir la razón.
No es suficiente sentir demasiado amor, pero aún así nunca dejemos de
amar ni de soñar con el amor…