Queriendo potenciar el turismo, el alcalde de Bilbao decide hacer algo para llamar la atención del mundo.
Llama a los funcionarios del Ayuntamiento y al jefe de la policía local y les ordena enviar un telegrama a Pekín declarando la guerra.
Se recibe el telegrama, y el presidente de China pregunta a sus generales:
- Bilbao nos declara la guerra..., ¿dónde está Bilbao...?
Después de 4 horas localizando al belicoso país, encuentran que Bilbao es una pequeña ciudad, semejante a la cagada de una mosca en el mapamundi, ubicada al Norte de España.
Analizando el riesgo de semejante conflicto bélico, las autoridades militares chinas deciden aceptar la guerra.
El presidente llama a su secretaria y le ordena:
- Conteste al gobierno local Bilbaíno y dígale que aceptamos guerra, y que además, nos digan con qué potencial militar cuentan.
Se recibe el telegrama en Bilbao. Después de leerlo, el alcalde le dice a un funcionario del Ayuntamiento:
- Vamos a contestar a esa gente: Contamos con 1.200 policías locales, 800 bomberos, 1.300 pistolas, diez escopetas de caza, 300 coches de policía, tres gabarras y dos lanchas neumáticas con motor fuera borda; además, la Defensa Civil la componemos: el alcalde, 10 funcionarios y los jubilados de los hogares del pensionista; envíeselo y que nos digan ellos con que cuentan para hacernos frente.
Respuesta de China:
- Contamos con 27 millones de soldados, 120 mil oficiales, 24 generales y 6 Almirantes, 200 mil cañones, 25 mil tanques, 36 mil aviones, 150 submarinos, 30 portaaviones, 18 buques cisternas todo dirigido por satélite.
Se recibe el telegrama en Bilbao.
Respuesta del Alcalde:
- Bilbao no acepta la guerra por no tener sitio para tantos prisioneros.