NUESTRAS MANOS
"..La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan..". Esdras 8:22 b
Nuestras manos... ¡Cuán importantes son! No emiten sonido, pero ... ¡cuánto dicen!.
Cuando no hay palabras para lo que sentimos, podemos decirlo con un apretón de manos. Nos identificamos con el dolor de un amigo, dándole la mano; festejamos el encuentro, saludándonos con las manos. Qué significativo cuando alguien dice: Gracias por darme una mano, La mano que me diste me sacó del pozo.
No siempre podemos explicar lo que sucede, en algunas ocasiones ni nosotros lo entendemos, pero necesitamos una mano tierna y firme, llena de amor, que brinde un apretón, una caricia que nos levante o nos guíe. Cuando atravesamos una situación difícil, necesitamos la mano del mejor de los amigos: La mano de Jesús. No es tan importante saber lo que sucede o en qué terminará todo ; lo importante es tomar Su mano siempre extendida.
Una señora contaba que, cierta vez, atravesando un trance muy difícil, hizo un viaje en ómnibus. "Me sentía sola y necesitaba tanto que alguien tomara mi mano y, aprisionándola por unos momentos, me transmitiera valor y fuerzas. Miré por la ventanilla, había una luna hermosa y el paisaje se veía precioso y platinado, entonces clamé con toda mi alma : "Jesús, tómame de la mano". Y de repente, me sentí acompañada; ya las lágrimas no eran de dolor, sino de alivio.
Que en este dia, amiga/o, puedas sentir el calor de la mano de Jesus sobre la tuya y que todo dolor, soledad,y angustia sean consoladas en su totalidad, y tambien tú puedas sentir el alivio que produce el sentirse amada/o por nuestro Padre Celestial.
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