¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la paja que está en tu propio ojo?
Si otorgas un favor, no lo recuerdes.
Si recibes un favor, no lo olvides.
"¿Cómo dirás a tu hermano; déjame sacar la paja de tu ojo y he aquí la viga en el tuyo?
¡Hipócrita!
Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano".
(Mateo 7: 4-5)
Lo que sigue fue escrito por Mary Stewart, de Washington, hace varios años y ha sido adoptado como la oración oficial de varias organizaciones de mujeres de negocios y profesionales de Estados Unidos:
"Señor, guárdanos de la insignificancia; haz que seamos amplias en pensamientos, en palabra, en acción.
"Haz que dejemos de ser criticonas y que nos apartemos del egoísmo.
Permite que dejemos de lado toda pretensión y podamos mirarnos cara a cara, sin autocompasión, y sin perjuicios.
Permite que nuestros juicios no sean precipitados, sino generosos.
Muévenos a dar tiempo para todas las cosas; danos más calma, más serenidad, más mansedumbre.
Enséñanos a poner en acción nuestros mejores impulsos, sinceramente y sin temor.
Ayúdanos a comprender que son las cosas pequeñas las que producen la diferencia y que en las grandes cosas de la vida somos todos iguales.
Y haz que podamos poner todo lo que está de nuestra parte para alcanzar y conocer el gran corazón femenino común a todas nosotras, y ¡oh Señor! haz que no olvidemos ser amables y bondadosas."
"Escribe las injurias en el polvo, pero la bondad tállala sobre mármol.".
"Debemos vencer a nuestros enemigos con la dulzura, y ganarlos con la paciencia.
No cortemos el gran árbol, del que un hortelano más hábil podría obtener fruto."
"Todos los cielos oyen cuando elevamos una oración de lo profundo de nuestro corazón en favor de nuestro enemigo."
Líbranos Señor de todo mal, guárdanos en tus benditas manos, bendice nuestro negocio, nuestra casa, nuestros bienes, bendice a nuestros esposos e hijos.
Y sobre todo te rogamos que nunca nos falte el pan de cada día, ni el trabajo, y que siempre tengamos nuestras manos y mentes ocupadas.
Trabajando como la hormiga que no teniendo ni capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Señor ten misericordia de nosotras que somos como vasos frágiles.
Te lo rogamos por Cristo Jesús amén.
Mary Stewart.
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