¿Qué significa la palabra ‘integridad’?
El diccionario nos puede ayudar. Dice: «Calidad de íntegro, aquello a lo que no le falta ninguna de sus partes».
¿Qué tenía en mente el salmista David cuando dijo: «Integridad y rectitud me guarden»? Por su contexto, podemos saber lo que David tenía en mente. En el versículo 11 había dicho: «Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado, que es grande». De ello se deduce que su súplica era «alcanzar la perfección por la gracia de Dios»
Ser íntegro es ser sincero, honesto y puro de corazón en todo, aun en nuestros motivos. ¿Qué haces cuando nadie te está viendo? ¿Puedes decir que haces lo que es recto en todo tiempo, sin importar cuál sea el costo? Eso es integridad.
En muchos aspectos de la vida actual, la integridad se ha convertido en una rara reliquia de épocas pasadas. Existía cuando la vida era menos complicada y la gente tomaba la palabra de una persona como una garantía.
En nuestros días se ha perdido la preciosa virtud de la integridad hasta tal punto que muchos se han vuelto escépticos y cínicos, y sospechan de todas las instituciones humanas.
Hace muchos años, en los Estados Unidos, los ministros religiosos gozaban del respeto de la sociedad y de muchos privilegios especiales. Por ejemplo, cuando un ministro se hospedaba en un hotel, solo pagaba el cincuenta por ciento del costo, y a veces nada. Se cuenta de un pastor que se hospedó en un hotel, pero su conducta fue igual que la de un incrédulo. Solicitó servicios inmorales para su habitación, y pidió bebidas alcohólicas. El día que salió del hotel, pidió que se le aplicara el descuento acostumbrado. La respuesta del dueño del establecimiento fue: «Señor, usted no ha vivido aquí como un ministro, sino como un pecador. Los cigarros que usted fuma son los más grandes que se han visto por estos parajes. No podemos hacerle el descuento. Usted ha vivido como pecador en este hotel; por lo tanto, debe pagar como un pecador».
Un compromiso con la integridad refleja el carácter de Dios a los demás. Es así porque nuestro Dios es un Dios de completa perfección e integridad.
Toma la decisión de que en este mundo se te recordará como una persona íntegra, como un hombre o una mujer que verdaderamente camina en integridad con Dios. Sé un santo a plena luz del día, pero también en lo más oscuro de la noche. Vive siempre como en la presencia del Señor.
Que Dios te bendiga
Graciela