La Biblia es muy clara en su declaración que los individuos que no están " en Cristo " están perdidos y bajo la condenación. Si usted no esta "en Cristo Jesús" usted no ha escapado de la condenación y de la ira de Dios.
El apóstol Juan escribió, "Él que en él cree no es condenado" (Juan 3:18a). Pablo escribió "ninguna condenación hay para los que están en Cristo a Jesús" (Romanos 8:1). Juan continúa al decir, "pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios " (v. 18b). La persona que no cree ya sido condenada y esa condenación de los incrédulos es ahora en el tiempo presente.
"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida" (Juan 5:24). "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él" (Juan 3:36).
La única base de esta justificación y declaración de "no condenación" es la seguridad encontrada en las palabras "en Cristo Jesús." Todos nosotros estábamos en Adán, pero en el segundo Adán no hay condenación.
Los cristianos pecan y fallan al no dar la gloria a Dios, y nosotros sufrimos las consecuencias naturales de nuestros pecados. Sin embargo, nosotros no sufrimos la condenación porque Cristo fue condenado en nuestro lugar.
El legalista intenta desesperadamente de agradar a Dios obedeciendo la ley en su propia fuerza, sin embargo es imposible. Por otra parte, el cristiano que esta bajo el control del Espíritu Santo experimenta el trabajo de santificación del Espíritu en su vida diaria.
Por un acto de simple dependencia sobre Jesucristo, el creyente realiza su posición en Cristo. "Por naturaleza estoy en mí, y en el pecado, y por lo tanto, yo soy condenado; pero cuando la gracia de Dios me despierta hasta conocer mi estado arruinado, entonces yo vuelo a Cristo. Confío solamente en Su sangre y justicia, y Él se convierte para mí la hendidura de la roca, mientras que me oculto de la tormenta de venganza justamente debido a mis muchas ofensas. El Señor Jesús es tipificado por la ciudad de refugio, " escribe C. H. Spurgeon.
¿Es su justicia una la cual has trabajado tu mismo, o es la justicia de Cristo atribuida a ti? ¿Usted busca la salvación por usted mismo, o la salvación de Cristo? "Si usted puede verdaderamente decir,"Me escondo en Cristo" entonces este texto canta la música más dulce que alguna vez bajó de los labios de un ángel". "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús". Spurgeon agregó, "Puesto que usted ha creído en Él, está en Él".
La promesa mantiene la verdad, porque el creyente esta "en Él que nunca puede ser condenado. . . Si usted está en Cristo, es por eso mismo que no hay condenación para usted".
Cristo cumplió la ley por usted, desde que usted cree en Él esta justificado en Él. "Por la justicia de vida y la muerte sustituta de Cristo, la justificación ha llegado a todos los que están en Él."
"Somos muy aceptos en el amado", dice el apóstol Pablo. "Por la obediencia de uno muchos son hechos justos."
"¿Condenará El Señor a aquellos que Él ha hecho justos?"
¿Condenará Él a aquellos que Él ha cubierto con su propia justicia perfecta?"
Dios ha puesto al creyente en una viva unión vital con Cristo. Nosotros somos hechos uno con Cristo a través de una relación viva.
¿Ya que morimos en Cristo y resucitamos con Él, entonces cómo vamos a estar muertos otra vez por el pecado para los que ya hemos muerto en Él? Nosotros que estamos en Cristo somos justificados porque Cristo es justificado por Su resurrección de la muerte, y por Su toma de posición de honor y gloria a la diestra de Dios. "Él es nuestro representante y somos uno con Él, y lo que Él es somos nosotros. Nuestra unión es inseparable, y por lo tanto nuestra condenación es imposible. "