Cuando algo sale mal, incluso cuando muchas cosas salen mal al mismo tiempo, aún hay muchas cosas que continúan marchando bien en tu vida. Una de las mejores maneras de lidiar con cualquier problema es ponerlo en perspectiva.
Poner todo el foco en los problemas es fácil, porque a menudo claman por atención. Pero no importa cuán intensamente los problemas hablen de si mismos, tú siempre tienes la capacidad de ponerlos en perspectiva.
Aprovecha la inmensa fuerza de tu mente para visualizar todos los muchos tesoros y bendiciones de tu vida. Comparándolos con todas las cosas buenas, los problemas ya no se verán tan abrumadores.
Y si tu mente dejar de sentirse abrumada por los problemas del momento, estarás empezando a dominarlos. Poniéndolos en perspectiva los pones en una situación de desventaja muy peculiar.
Suele ser muy común, ante una dificultad repentina, responder en estado de conmoción, con enojo, frustración, desánimo y todo un conjunto de emociones negativas. Sin embargo, imagina qué sucedería si respondieses con agradecimiento, no agradecimiento por el problema en si mismo sino por todas las cosas buenas que aún hay en tu vida.
Con agradecimiento, tu energía cambia súbitamente para sintonizar una frecuencia muy positiva. Con agradecimiento, lo que alguna vez pareciera abrumador se torna en algo que puedes manejar confiadamente.
Decide poner tus problemas en perspectiva, y descubrirás todo lo que necesitas para superarlos.
Gabriel Sandler