“Mí Príncipe”
22 Las esposas deben sujetarse a sus esposos, así como lo hacen con Cristo.23 Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza de su iglesia, y también su Salvador. Cristo es la cabeza, y la iglesia es el cuerpo.
Efesios 5:22-33
En Septiembre de 2006, las personas alrededor del mundo quedaron atónitas cuando se supo la noticia de que Steve Irwin, el “Cazador de Cocodrilos” había muerto. Su entusiasmo por la vida y las criaturas de Dios era contagioso, convirtiéndolo en una de las personalidades favoritas en todo el mundo. Cuando su esposa Terri fue entrevistada poco después de la muerte de Steve, el amor de ella por él se hizo obvio cuando dijo entre sollozos: “He perdido a mi príncipe”. ¡Qué manera tan afectuosa de conmemorar a su esposo! Ella lo veía como a su príncipe y su mejor amigo.
Hoy, demasiado a menudo la relación de esposo-esposa se ve como cualquier otra cosa menos como la tierna relación que Terri y Steve compartieron. A menudo vemos amargura, insultos y animosidad como si fuese lo normal. Cuánto más deseable es ver verdadero amor - ver a un esposo que aprecia sin vergüenza a su esposa, que generosamente es su “príncipe”.
¿Cómo puede un esposo seguir amando a su esposa de una manera más espléndida? Intenta estas sugerencias: Escucha - disfruta de esos tiernos momentos cuando ella puede descargar su corazón sin temor. Ama la vida - encuentra maneras de añadirle diversión a tu matrimonio. Guía espiritualmente - guía el camino hacia la oración y comunión íntima con el Señor.
Hombre se un príncipe para tu princesa.
Reflexión: El matrimonio florece en un clima de amor y respeto.
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