La belleza, simplemente, es. No hay necesidad de forzarla ni de luchar por ella por tomarla, poseerla o consumirla.
La belleza está aquí apenas te abres a ella. La belleza está aquí cuando la ves, la valoras, la vives, la amas y la pones de manifiesto.
En las grandes experiencias y en los pequeños instantes, la belleza es. La belleza toca algo en tu interior, algo que las palabras no podrán, jamás, describir adecuadamente, y que la mente nunca podrá explicar por completo.
Recuerda a menudo, permitir que la belleza de la vida llegue a ti, que te toque, te llene. Y te convertirás en alguien más creativo, efectivo, pacífico y decidido.
La belleza es, aquí y ahora y en cualquier momento en que tu decidas vivirla. Aunque a menudo hay demasiados problemas y amarguras en la vida, siempre hay más belleza esperando ser vivida.
La belleza es, y cuanto más de ella vivas, más abundante será. Permite que la belleza de la vida brille resplandeciente, atravesándote.