Paz
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. Romanos 5:1-"
Cuando Jesús dice: “Yo soy la puerta, el que por mi entrare será salvo”, está diciendo, “para aquellos que han creído en El, como su Salvador personal”, han entrado por la puerta de la salvación, a una justificación completa gracias a la Resurrección de Jesucristo. Esta justificación es la que nos da el perdón de nuestros pecados, en razón de que alguien pagó el precio que nosotros no podíamos pagar. El Cordero que quita el pecado del mundo, lo hizo muriendo sobre el altar de la cruz del Calvario.
Es interesante notar la diferencia con el cordero del Antiguo Testamento, este redimía del pecado pero no lo podía quitar, ahora de acuerdo a I Pedro 4:1, .... “pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado”, y en I Juan 3:5: “Y sabéis que El apareció para quitar nuestros pecados”,... “Tenemos un mejor Sumo Sacerdote”, este quita el pecado. Esto nos da la paz que necesitamos, paz por el perdón, paz por su Gracia no por nuestros méritos, la paz que es regalo de Dios para todos aquellos que confían en El.
En el momento en que pusimos nuestra fe en Jesucristo, como nuestro Salvador Personal, Dios nos permite entrar en la Gracia, en la cual necesitamos estar firmes porque dependemos de ella. Nuestra vida no fue planificada para vivir haciendo nuestra voluntad, sino la voluntad de Dios. La mayoría de nuestros problemas, surgen, cuando queremos hacer lo que nosotros queremos y no lo que Dios quiere. Cuando aprendemos a vivir buscando en la Palabra de Dios, su voluntad para nuestras vidas, nos damos cuenta que el conocimiento de ella nos responsabiliza mucho más, y nos enseña que no solo debemos conocer su voluntad, sino también nos empuja para hacerla. Conocer la voluntad de Dios, nos ayuda para hacer las cosas bien. Nos damos cuenta de que nuestras victorias son de El, por lo tanto también la gloria es para El.
¡Señor ayúdame para conocer cada día tu voluntad y hacerla!
GRACIAS A LA HERMANA SILVIA POR EL FONDO
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