EL EGOISMO EN LA VIDA DEL CRISTIANO
Meditación Diaria
por RITCHIE PUGLIESE
MENGUAR
JUAN 3:30 “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.” (Reina - Valera)
“Él ha de ir aumentando en importancia, y yo disminuyendo.” (Dios Habla Hoy)
MENGUAR
JUAN 3:30 “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.” (Reina - Valera)
“Él ha de ir aumentando en importancia, y yo disminuyendo.” (Dios Habla Hoy)
El ídolo mas adorado por todos es sin lugar a dudas el egoísmo. Si analizamos cuál es la causa de la destrucción del ser humano siempre encontraremos la raíz del egoísmo.
La soberbia, la maldad, la venganza, el odio, la competencia, el orgullo, etc., etc., son "frutos" del árbol del egoísmo. Muchas veces criticamos a aquéllos que adoran a muchas otras cosas, y no nos damos cuenta que también nosotros nos transformamos en idólatras cuando tenemos un estilo de vida caracterizado y gobernado por el egoísmo.
Las palabras “mi”; “mío”; “yo” son parte principal de nuestro vocabulario. Todo pasa por lo que a nosotros nos parece o pensamos. Como cristianos, tenemos la manera de quebrar ese egoísmo destructor gracias al poder de Dios.
A menos que aprendamos a sujetar al egoísmo, nunca llegaremos a ser personas plenas y realizadas en la vida. La vida cristiana precisamente no consiste en exaltar al yo, sino en exaltar a Cristo en nuestras vidas. Bajo el punto de vista bíblico, no es posible decir que uno es cristiano y a la vez ser egoísta.
Dios quiere enseñarnos que nosotros no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para la gloria del Señor. Hemos sido rescatados del reino de tinieblas, donde el egoísmo tenía rienda suelta, al Reino de la Luz para que aprendamos a “domar” al egoísmo.
¡Dejemos crecer y gobernar en el trono de nuestra vida al Señor Jesucristo!
CONFESION DE FE: DECIDO MENGUAR PARA QUE CRISTO CREZCA Y SEA EL SEÑOR DE MI VIDA
ORACION:
Me doy cuenta Señor, que no puedo tener, en el trono de mi corazón, sentados, a la vez, al Señor y a mi yo egoísta. Por eso en este momento renuncio a mi egoísmo, y Te pido que me ayudes por tu Santo Espíritu a darte a Ti el lugar de Señor de mi vida. Te lo pido en Nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.